En la
Palabra
Lectura: Jonás 1 – 4
Jonás tal vez es uno de los libros de los
profetas menores mas conocidos en el Antiguo Testamento. La historia de Jonás
es fascinante y contiene grandes enseñanzas sobre todo de la naturaleza
misericordiosa de Dios y la naturaleza caída del ser humano. El nombre Jonás
significa “paloma.” La historia de
Jonás no es acerca de un gran pez sino de una paloma, una paloma mensajera. No
es una historia de un pez preparado por Dios sino de una Palabra enviada por
Dios. No es la historia de un profeta rebelde sino es la historia de la
misericordia de Dios. Jonás fue enviado a Nínive a predicar, pero él huyó lejos
de la presencia de Jehová. El Señor siempre cumple su propósito y tuvo que usar
una gran tormenta en el mar y un gran pez que tragara a Jonás y desde el
vientre del pez Jonás clamó al Señor. Dios hizo que el pez vomitara a Jonás y
finalmente este fue a Nínive a proclamar el mensaje de juicio sobre la ciudad.
El rey de Nínive y toda la ciudad se arrepintieron y Dios tuvo misericordia de
ellos y por ello Jonás se enojó. Dios le enseño una lección de misericordia
haciendo crecer una calabacera que lo cubriera del sol y después mandó un
gusano para que la comiera. Jonás se enojó, hasta la muerte, por la destrucción
de la calabacera pero no sentía misericordia por una ciudad con 120 mil almas.
En la
Práctica
El libro de Jonás comienza mostrando la
rebeldía del profeta al llamado de Dios. Esta rebeldía es la historia de muchos
de nosotros. Dios tiene un llamado para ti, y hasta ahora lo has ignorado, tal
vez te has rebelado y hasta has querido huir y alejarte lo más posible de Dios.
Sin embargo, nadie se puede esconder de Dios. Tal vez pienses que puedes huir de Dios pero no es así.
Cuando Dios te llama, lo mejor que puedes hacer es obedecer a su llamado; si no
lo haces, tu vida se convertirá en un desastre.
Algunas de las enseñanzas que podemos
aprender de este pequeño gran libro son:
La rebeldía a Dios trae consigo disciplina.
(Cap. 1) Responder correctamente a la disciplina trae a nuestra vida devoción y
determinación. (Cap. 2-3:1-4). La determinación a hacer la voluntad de Dios
trae bendición, en este caso salvación (Cap.3:5-10). El enojo trae corrección
(Cap.4). Este último capitulo nos muestra como con un microscopio nuestra propia
naturaleza, solo nos ocupamos en nuestro bienestar (sombra de la calabacera) y
no nos interesa que 120 mil almas se pierdan. ¡Que el Señor nos ayude a tener
misericordia!
En Oración
Padre gracias por hablar a mi corazón y
recordarme de la misericordia y el amor que tu tienes para todos y que no
quieres que ninguno perezca sino que todos procedan al arrepentimiento. Me has
dejado como testigo y embajador de Cristo, para reconciliar al mundo contigo. Quiero
cumplir tu llamado, por Jesucristo, amén.
No comments:
Post a Comment