En la Palabra
Lectura: Amós 1 – 5
Amós recibió un llamado de Dios para ir a dar
un mensaje profético al reino del norte (Israel). Dios puso una carga en el corazón de ese cuidador de ganado
y cultivador de higos. Para la gente de Betel, era un desconocido de un lugar
desconocido. Pero Amós llamó la
atención del pueblo porque comenzó a profetizar y a denunciar los pecados de
las naciones vecinas. La gente de
Israel gritaba “¡amén!” Pero Amós estaba llevando su mensaje a un clímax donde
denunciaría los pecados del pueblo de Dios, tanto Judá como Israel. Aunque eran
el pueblo escogió de Dios, se olvidaron de la Palabra de Dios, la despreciaron
y la hicieron a un lado. Era un tiempo de prosperidad porque el rey Joás de
Israel expandió su territorio al reconquistar las tierras perdidas ante los
Sirio,; y Jeroboam II, su hijo, llevó a Israel a la prosperidad material. Esta
prosperidad que debió haber beneficiado al pueblo de Dios se convirtió en una
piedra de tropiezo ya que idolatraron la riqueza y cometían injusticias en
nombre de la avaricia. En los capítulos 1 y 2 leemos la frase, “por tres
pecados y por el cuarto no revocaré su castigo”, a lo que se refiere es que el
pecado de estas naciones había llegado al colmo. Dios va a traer juicio, una y
otra vez Dios le habló a su pueblo y no se arrepintieron, les hizo pasar por
hambre y no se arrepintieron. Les hizo pasar sequía y no se arrepintieron.
Ahora Dios está a punto de traer juicio. El Señor les dice que cuando ruge el
león va a atrapar a su presa y les pide que lo busquen para que puedan vivir.
Pero el pueblo de Israel simplemente lo ignora.
En la
Práctica
La condición del pueblo de Israel, de hacer
de la prosperidad su dios, es una condición muy similar a la que vivimos en
nuestros días. La gente busca la riqueza como la solución a su problemas. La
Biblia dice que “el principio de todos los males es el amor al dinero, el cual
codiciando algunos se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” (1 Tim. 6:10). Así
como Dios llamó al pueblo al arrepentimiento y les dijo “búsquenme para que
vivan,” el pueblo desechó la Palabra del Señor.
Hace unos días estuve escuchando algunas
predicaciones en la televisión, uno de los predicadores lo único que hizo fue
pedir que las personas tomaran el teléfono llamaran para “sembrar “una semilla
de 1,000 dólares. Primero dijo, Dios no trabaja con créditos, ese es el sistema
del mundo. Un poco más adelante dijo: “mande su ofrenda, no importa si tiene
que sacar sus 1,000 de su tarjeta de crédito…” Durante 20 minutos estuve
esperando a ver en que momento abría la Biblia y explicaba un pasaje de lo que
la Biblia dice…tuve que cambiar el canal, en otro canal estaba pasando el
testimonio de un hombre de cómo Dios lo libro de la avaricia y de las apuestas
de una manera poderosa, el hombre como de unos entre 65 a 70 años las lágrimas
le corrían de recordar la misericordia que Dios tuvo para perdonarle y darle
una vida nueva. Ese es el mensaje que Dios envía predicar a Amós, un mensaje
para buscar a Dios y que les diera vida, pero el mensaje que quería escuchar el
pueblo avaro era Dios te quiere prosperar.
“Porque el Hijo del hombre vino a buscar y
salvar lo que se había perdido…” (Luc. 19:10). “Buscadme y viviréis dice el
Señor” ¿Qué estamos buscando en nuestra vida?
En Oración
Perdóname Señor cuando en lugar de buscarte a
ti, busco mi propio bienestar. Gracias que tu eres un Dios de misericordia y
dadivoso que me sustentas día a día. Tu eres digno de toda adoración, por Jesucristo,
amén.
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