En la
Palabra
Lectura: 1 Reyes 15; 2 Crónicas 26
Estos capítulos relatan los reinados
brevemente los reinados de Judá e Israel. En el reino de Judá reinó Azarías por
cincuenta y dos años. Durante su reinado el profeta Zacarías a quien escuchó y
Dios le prosperó. Durante su reinado hizo grandes avances aún tecnológicos,
pero cuando se sintió fuerte, enalteció su corazón, se enorgulleció y día quiso
entrar al santuario para ofrecer incienso que solo los sacerdotes podían
ofrecer. Al ser reprendido por los sacerdotes, ardió en ira y ahí mismo Azarías
enfermó de lepra. Su hijo Jotam gobernó en lugar del rey. En Israel gobernó
Zacarías hijo de Jeroboam por seis meses e hizo lo malo ante Jehová. Fue
asesinado por Salum quien reinó en su lugar. Así se cumplió la Palabra de Dios
que anunció que solo reinaría la familia de Jehú por cuatro generaciones. Salum
gobernó un mes y fue asesinado por Manahem quien reinó en su lugar por diez
años e hizo lo malo ante Jehová. Después de su muerte, reino Pekaía dos años e
hizo lo malo y conspiró contra el Peka quien reinó veinte años. Peka tambien
hizo lo malo ante los ojos de Jehová y durante su reinado Tiglat-pileser de
Asiria invadió Israel. Peka fue
muerto en la conspiración de Oseas.
En Jerusalén reinó Jotam hijo de Azarías
(también llamado Uzias). Se dice que Jotam hizo lo recto ante Jehová aunque no
quitó los lugares altos de idolatría en Judá.
En la
Práctica
Una cosa en común se habla de los reyes de
Israel, hicieron lo malo ante los ojos de Jehová. De muchos de ellos sus
reinado fueron muy cortos, aun de un mes como Salum. Todos ellos murieron por
conspiraciones. Otros quisieron tomar el reino. ¿Notas la diferencia con el
reino de Judá? Judá solo tuvo una descendencia, la del rey David. Dios fue fiel
a su Palabra. El reino de Israel tuvo varias familias reinando en Samaria.
Azarías (o Uzías) rey de Judá escuchó y
guardó la Palabra de Dios que en aquel entonces era proclamada por el profeta
Zacarías quien estaba lleno de visión, o de sabiduría. Sin embargo Azarías
también enaltecería su corazón. Una vez más la Palabra de Dios nos recuerda de
la fidelidad de Dios a su Palabra. Una lección que podemos aprender el día de
hoy es la importancia de escuchar la Palabra de Dios y guardarla. No dejes que
tu corazón se enorgullezca. Ese es una gran tentación que todos los seres
humanos tenemos, el querernos exaltar sobre los demás. De eso ya compartí unos
días atrás. Enfoquemos hoy nuestra atención en escuchar y guardar la Palabra de
Dios.
En Oración
Padre gracias por tu Palabra que hablas cada
día a mi vida. Tu me fortaleces y me das sabiduría; como aquel canto que dice; “tu
eres mi respirar, tu Palabra vive en mi. Y yo te anhelo Señor, estoy perdido sin ti.” Bendito seas por
Jesucristo, amén.
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