En la
Palabra
Lectura: 2 Reyes 12-13, 2 Crónicas 24
Joás no solo hizo reformas espirituales sino
que también mandó que se reparara el Templo de Jehová. Le pidió a los
sacerdotes que no recibieran las ofrendas del pueblo para ellos sino que las
donaran para reparar las puertas y los muros del Templo, sin embargo después de
algún tiempo aún no lo habían hecho por o que llamó al sumo sacerdote Joiada y
le indicó lo que debía hacer. Los sacerdotes dieron las ofrendas y hubo quienes
repararon las puertas. Al morir Joiada, Joás fue influenciado por los príncipes
de Judá, dejaron la obra en la casa de Jehová y comenzaron a servir a los ídolos
de Asera. Dios levantó al hijo de Joiada, Zacarías, quien reprendió al pueblo
pero por mandato de Joás lo mataron. Por esta razón algunos oficiales
conspiraron contra Joás y lo mataron y en su lugar reinó su hijo Amasías.
En Israel reinó Joacaz hijo de Jehú, pero fue
un mal rey y no se apartó de la idolatría. Jehová los entregó en manos de Siria
y Joacaz se humillo y Dios los libertó. Después de la muerte de Joacaz, su hijo
Joás reinó pero siguió haciendo lo malo a los ojos de Jehová. Joás buscó a
Eliseo por la opresión de los Sirios; Eliseo profetizó que Joás derrotaría tres
veces a los Sirios pero que finalmente los Sirios prevalecerían; y así
fue. Eliseo murió y fue sepultado,
unos hombres echaron el cuerpo de un muerto en el sepulcro de Eliseo y al tocar
los restos de Eliseo, volvió a vivir.
En la
Práctica
En estos pasajes podemos darnos cuenta de la
importancia y la influencia que tiene un buen líder. Joás trajo reformas
espirituales a Judá y aún reparó el Templo de Jerusalén, sin embargo, podemos
notar que Joiada, el sumo sacerdote que lo crió y lo aconsejó, fue quien tuvo
una gran influencia sobre el Joás. Desgraciadamente cuando murió Joiada (a los
130 años), Joás no permaneció en los caminos que Joiada le había enseñado.
Aparentemente, los príncipes de Judá lo influenciaron de tal manera que se
olvido de la casa de Jehová, comenzó a hacer su propia voluntad y cuando fue
confrontado por los profetas de Jehová los ignoró. Finalmente Dios hizo que se
levantara el hijo de Joiada, Zacarías para reprender al rey y al pueblo, sin
embargo Joás le mandó matar. Aunque el resumen de la vida de Joás es que fue un
buen rey por las reformas espirituales que trajo, terminó mal su reinado
apartándose del Señor y cometiendo hechos despreciables. En la carrera de la fe
no solo es indispensable comenzar bien, sino terminar bien. Las palabras
finales del apóstol Pablo registradas en 2 Timoteo 4 dicen:
…tú
sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu
ministerio. 6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi
partida está cercano. 7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he
guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual
me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a
todos los que aman su venida.
Espero que este sea tu deseo, como es el mío.
Mi propósito es terminar firme la carrera de la fe. Que al final de mis días
pueda voltear hacia atrás y decir como Pablo, he peleado la buena batalla, her
corrido la carrera, he guardado la fe. ¡Que final más deseable para todo
cristiano! ¿Por qué no te haces hoy el propósito de terminar firme tu carrera
de la fe?
En Oración
Señor, tu Palabra dice que tu eres el que en
nosotros produce el querer como el hacer y que tu perfeccionaras la obra en mi
vida, que cumplirás tu propósito en mi. Quiero ser un hombre dispuesto y
disponible para ti y poder terminar firme la carrera de fe que tengo por
delante. Por Jesucristo, amén.
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