Tuesday, December 11, 2012

Porque No me Averguenzo del Evangelio



En la Palabra
Lectura: Romanos 1 – 3

En la carta a los Romanos Pablo expresa su deseo de visitar la iglesia en esa ciudad. El quiere ir para compartir algún don espiritual, confirmarlos (1:11) pero sobre todo quería ir a compartir el evangelio que es poder de Dios para salvación a todos. Pablo no se avergonzaba del evangelio porque en él se revela la justicia de Dios para salvación por medio de la fe. Pablo presenta la condición del hombre, idolatría, inmoralidad, necedad, rebeldes y con un razonamiento envanecido y un corazón entenebrecido. La dureza y la falta de arrepentimiento lo único que hacen a una persona es atesorar para la persona ira para el día del juicio. Pablo expresa un principio cardinal en la doctrina cristiana; “por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Cristo Jesús a quien Dios puso como sacrificio mediante la fe en su sangre…” (3:23-25)

En la Práctica
Pablo estaba a punto de terminar su tercer viaje misionero.  Había planeado con los Macedonios el arreglo de la recolecta de la ofrenda para llevar de regreso a Jerusalén.  Parece también que había solucionado sus diferencias con la iglesia de Corinto.  Ahora planeaba visitar Roma y escribió esta cara para preparar su visita.  Roma no era una iglesia que Pablo estableció. La carta trata de una manera general con muchos temas; desde el medio de salvación, la naturaleza de la vida cristiana, el lugar de los judíos y los gentiles en la historia de la salvación y otros.  Se le ha llegado a considerar un “compendio de la doctrina cristiana.”   Sin embargo, hay muchos otros temas fundamentales de la doctrina cristiana que no están presentes en la carta como escatología, y cristología.
En estos capítulos que contienen una gran riqueza doctrinal, quiero enfocarme en dos aspectos: Primero, Pablo no se avergonzaba del evangelio porque es poder de Dios para salvación. Pablo entendía que no hay otro medio de Salvación y que las personas sin Cristo estaban condenadas eternamente. Al igual que Jesús, quien dio su vida en rescate por muchos, Pablo no estimaba su vida preciosa para si mismo; sino que se entregó por completo a la voluntad de Dios y a cumplir el llamado del Señor (Hch.20:24). La aplicación para mi vida es un reto; me preguntó; ¿cuántas veces me he avergonzado del evangelio? Si no lo he compartido cuando tengo la oportunidad es porque me he avergonzado de el. ¿Qué espero para cumplir con la comisión que Jesucristo me ha dado, y no solo a mi, sino a todos los que creemos en él? En segundo lugar: Pablo es bien claro acerca de la condición del ser humano sin Cristo, está condenado, está en rebeldía, tienen el razonamiento envanecido (es decir, su vida está vacía) y el corazón entenebrecido. Todos hemos pecado y estamos alejados, destituidos de la gloria de Dios; pero podemos ser justificados gratuitamente por la fe en su sacrificio. Esto es el evangelio, las buenas noticias, aunque somos enemigos de Dios por el pecado en nuestra vida, Jesús por su sacrificio nos justifica, es decir, el pagó el castigo que merecíamos y nos limpia de todo pecado. ¿Puedes tomar una nueva resolución de compartir el evangelio?  

En Oración
Señor gracias por el perdón que me ofreces en Jesucristo, y gracias por el llamado que me haces para que otros conozcan de tu amor y tu perdón en Jesucristo. No quiero avergonzarme del evangelio sino aprovechar cada oportunidad para compartir tu amor y perdón; por Jesucristo, amén.

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