En la Palabra
Lectura: Hechos 24 – 26
Pablo presenta su defensa formal ante Félix. Los sacerdotes contrataron
a un orador para fuera con ellos a Cesárea a presentar las acusaciones contra
Pablo. Sin embargo Pablo se defendió diciendo que los testigos originales no
habían venido y no podían ellos comprobar las cosas de que le acusaban. Félix
suspendió el juicio hasta que viniera Lisias, mientras tanto, Félix y su esposa
iban a escuchar a Pablo, y se espantó Félix cuando escuchó del juicio que Dios
traería. Félix, sin embargo, dejó a Pablo en prisión esperando que le ofreciera
dinero para soltarlo. Los judíos pidieron a Festo, el nuevo gobernador de
Judea, que juzgara a Pablo, por lo cual fueron a Cesárea pero una vez más, no
pudieron comprobar las acusaciones que le hacían. Festo le preguntó a Pablo si
quería ser Juzgado en Jerusalén, por lo cual Pablo apeló a César.
También Herodes Agripa con su esposa Berenice fueron a Cesárea para
saludar a Festo y escucharon el testimonio de Pablo y cómo el obedeció al evangelio
creyendo lo que dicen los profetas. Al preguntarle a Agripa si el creía; éste
le respondió: “por poco me persuades a ser cristiano.”
En la Práctica
¡Cómo es contradictorio el corazón del
hombre! Jeremías 17:9-10 dice que el corazón del hombre es engañoso y
perverso más que todas las cosas. Ya hemos hablado de que cuando la Biblia se
refiere al corazón, no se refiere al músculo que bombea sangre a todo el
cuerpo, sino que se refiere a la voluntad y a los pensamientos del hombre. Esta
contradicción se puede ver en Félix, quien escuchaba las enseñanzas de Pablo, y
de hecho la Biblia dice al escuchar que Dios traería un juicio futuro, Félix
tuvo temor. Aún con temor, Félix dejó a Pablo en la cárcel esperando que Pablo
le ofreciera dinero para soltarlo. ¿Cómo es posible que por un lado tema del
juicio y por otro quiere continuar en la corrupción y la deshonestidad? Pero el
pecado es así, como el mismo Pablo explicó en Romanos 7, las cosas que queremos
hacer porque son buenas, no las hacemos, en cambio hacemos lo que no queremos
hacer. Félix, al igual que Agripa rechazó el mensaje. Agripa, habiendo creído,
no tomó la decisión más importante de su vida, solo dijo: “por poco me
persuades a ser cristiano.” La consecuencia de ese por poco es una diferencia eterna
en la vida. ¿Has creído en Jesucristo y has tomado la decisión de recibirlo como
tu Salvador? Asegúrate que no has hecho como Agripa, creíste pero nunca hiciste
el compromiso.
En Oración
Padre, gracias por tu Palabra que me
instruye; ayúdame a que cada día pueda vivir de una manera que refleje
mi compromiso contigo, por Jesucristo lo pido, amén.
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