Monday, December 10, 2012

La Gracia de Dios En Nuestra Debilidad


En la Palabra
Lectura: 2 Corintios 10 - 13
 
Pablo había escuchado que los Corintos decían que en carta Pablo era rudo pero en persona era muy manso, sin embargo Pablo dice que el pudiera usar esa osadía o rudeza pero que no lo quería hacer, además, sus armas no eran carnales sino espirituales y poderosas en Dios. Los Corintios, como en otras iglesias, estaban siguiendo a falsos maestros y Pablo les dice que así como la serpiente engañó a Eva, así se estaban extraviando de la fidelidad a Cristo. Algunos desacreditaban el trabajo y apostolado de Pablo, por ello, en esta segunda carta defiende su ministerio y como prueba da los sufrimientos que había padecido por causa del evangelio y, aunque no quería exaltarse, relató un incidente donde fue llevado al tercer cielo; pero de la misma manera reveló que el mismo padecía de un “aguijón en la carne, un mensajero de Satanás que lo abofeteaba” para que no se gloriara. Tres veces le pidió al Señor que lo quitara de él y las tres veces el Señor le dijo: “bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.” Pablo anuncia que iría visitarlos y no sería gravoso para la iglesia (no les pediría que lo sostuvieran económicamente), pero les pide que se examinaran ellos mismos para ver si estaban en la fe.

En la Práctica
La prueba para Pablo del verdadero apostolado son los sufrimientos por Cristo. Pablo había fundado la iglesia de Corinto, había dejado ancianos pero llegaron algunos falsos maestros y comenzaron a atacar el ministerio y las enseñazas del apóstol. Por ello, Pablo defiende su ministerio y llega a decirles que el mismo fue llevado al tercer cielo donde vio y escuchó cosas que no podía describir. Cualquier persona se puede exaltar por ello, aún el mismo apóstol, por lo cual le fue dado un agujón al que él mismo llama “un mensajero de Satanás.” Muchos han tratado de identificar cual era el agujón; si embargo no lo sabemos. Esto es importante porque cada uno de nosotros podemos identificarnos con Pablo. ¿Has tenido momentos en que te has querido exaltar? Recuerda que para mantenernos con los “pies en la tierra,” el Señor ha dejado debilidades en nuestra vida para que dependamos en todo momento de él. ¿Cuál es tu debilidad? ¿Cuál es tu aflicción? Recuerda que aunque muchas veces te parezca una maldición, Dios la permite para que dependas de él y para que experimentes su poder en ti. “Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.” Esas son las Palabras del Señor, no solo para Pablo, sino para ti y para mi en este día.

En Oración
Señor, gracias porque en tu amor y misericordia me permites experimentar debilidad, para que pueda depender de ti y experimentar tu poder. Por Jesucristo, amén.

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