Lectura: Romanos 14 – 16
Pablo enseña acerca de cómo tratar a los cristianos que son inmaduros o
débiles en la fe. Declara algunos principios que se deben considerar y dice: “Así
que, ya no nos juzguemos unos a toros,
sino mas bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Yo sé, y confío
en el Señor Jesús que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que
algo es inmundo, para él lo es” (14:13-14) Pablo exhorta a que los judíos
puedan convivir con los gentiles, ya que Pablo es ministro de Jesucristo a los
gentiles. Pablo también anuncia su plan de ir a Roma cuando fuera a España,
pero ahora iba a Jerusalén a dejar la ofrenda que habían juntado las iglesias de Macedonia y Acaya (Filipos, Tesalonica,
Bera, Corinto). Pablo hace la petición a la iglesia
en Roma de que oraran por él, específicamente que oraran para que fuera librado
de los rebeldes en Judea. Por último, Pablo escribe saludos a diferentes
personas de la iglesia y hace el
encargo de cuidarse de los que causan divisiones en la iglesia.
En la Práctica
¡Que consejos tan necesarios y prácticos nos deja el apóstol estos
últimos capítulos de la epístola a los Romanos! Estamos llegando a la época de
Navidad y mucha gente, cristiana y no cristiana decoran sus casas con motivos
navideños. Algunos ponen el árbol de Navidad con luces, nacimiento y toda una
serie de arreglos para recordar el nacimiento de Jesús, el Salvador. Sin
embargo, hay algunos que se pasan juzgando, criticando y predicando que todo
eso es pagano. Justamente el capítulo 14 y parte del 15 de Romanos hablan de
esta situación. El cristiano que pone nacimiento y árbol de Navidad lo pone
para el Señor, para conmemorar el motivo del gozo y la alegría de lo que
representa la salvación. Los que no ponen árbol, ni nacimiento, no lo ponen
para el Señor porque en sus conciencias creen que esto los acerca más a Dios. Seamos
maduros, unos pueden argumentar que el árbol representa la adoración a Nimrod y
muchas otras cosas, otros podemos argumentar que el árbol y las luces
representan el regalo de Dios, que es Jesús quien a su vez es la luz del mundo.
Pablo dice: “uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los
días.” Los días de la semana están dedicados a los dioses grecorromanos. Lunes
dedicado a la luna, Martes al dios de la guerra, Marte; Miércoles al dios del
comercio, Mercurio; Jueves a la suprema divinidad griega, Júpiter; Viernes a la
diosa del amor, Venus. Siguiendo la misma lógica del árbol, todos somos idólatras
porque en la iglesia tenemos cultos
los viernes, los jueves, los miércoles, los lunes de oración; días dedicados
originalmente a los dioses griegos. Seamos sabios y entendidos de la voluntad
de Dios y utilicemos estas fechas para compartir el mensaje del amor de Dios,
no un mensaje de crítica unos a otros.
En Oración
Padre, te pido discernimiento para vivir de una manera que te agrade y
lleve gloria a tu nombre. Que pueda compartir tu mensaje de amor y perdón en
esta época de navidad, por Jesucristo, amén.
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