En la Palabra
Lectura: Romanos 11 - 13
Pablo explica que por la desobediencia de Israel, los gentiles fueron injertados
“en el olivo”, es decir, por la transgresión de Israel vino la salvación a los
gentiles. Sin embargo, es no es motivo de jactancia para los gentiles porque la
promesa de Dios para su pueblo, Israel, permanece aunque ahora por causa del
evangelio los judíos sean enemigos, pero en cuanto a la elección son amados. “Porque
irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” (11:30). En el capítulo 12
ahora Pablo comienza una lista práctica de deberes cristianos comenzando con la
entrega personal de cada uno al Señor como un sacrificio santo, el cual cambiará
la manera de pensar para no conformarse al sistema de pensamiento del mundo. Pablo
habla de participar en la iglesia
con nuestros dones, porque somos miembros de un cuerpo y cada uno tiene una función.
También habla de nuestros deberes civiles, de sujetarse a la autoridad, porque
las autoridades finalmente son puestas por Dios (Dios está en control).
En la Práctica
No te conformes a este mundo. El propósito del Señor para cada cristiano
es formar a Cristo en el/ella, es transformarlo a la imagen de Cristo por el
Espíritu. Pablo nos dice que para que esto suceda, cada día debemos ofrecernos
en sacrificio vivo a Dios. Esto es discipulado. El Señor Jesús lo dijo así: “si
alguno quiere ser mi discípulo, niéguese a si mismo, tome su cruz cada día y sígame”
(Luc.9:23). Esto habla de sacrificio, estar dispuesto a morir a nuestros
propios deseos para buscar hacer la voluntad de Dios. No es que Dios nos quiera
borrar como individuos, sino que quiere que hagamos morir los deseos de la
carne y busquemos la santidad y la gloria de Dios. ¿Estas siendo transformado a
la imagen de Cristo o cada vez te pareces mas al mundo?
La transofomración comienza en la mente. ¿De qué estas llenando tu mente cada día? La Palabra de Dios es lo que hace posible transformar la mente. Entre mas tiempo pases meditando, memorizando y leyendo la Palabra de Dios, la mente está siendo transformada por el poder del Espíritu Santo.
En Oración
Señor, que difícil tarea, sacrificarme cada día en el altar; pero no hay
otra forma de poder vivir la vida cristiana. Me has llamado a ser tu discípulo
y esa es la demanda. ¿Estoy dispuesto a cumplir con esa demanda? Ayúdame cada día,
te lo pido por Jesucristo, amén.
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