Jacob pasó por circunstancias difíciles
porque Raquel no podía tener hijos, lo cual causaba gran rivalidad con su
hermana Lea. Además Labán abusaba de Jacob y trató en varias ocasiones de despojarlo de loq ue le pertenecía; aún los hijos de Labán decían a su padre que
lo que tenía Jacob era de los hijos de Labán. Jacob tuvo que huir de su suegro pero se
enteró que su hermano había salido a encontrarlo. Jacob tal vez pensó que había
salido de la cueva del lobo para encontrarse con el lobo. En ese momento,
seguramente de gran aflicción, Jacob se encontró y luchó con un varón toda la
noche. Cuando iba a amanecer aquel varón le pidió que lo soltara y Jacob dijo:
“No te dejaré, si no me bendices” (32:26). Este varón cambió el nombre de Jacob
a Israel porque “has luchado con Dios y con los hombres y has vencido” (32:28).
Jacob recibió la bendición del varón.
Jacob perseveró y no se dio por vencido hasta
que recibió la bendición de Dios. Esta mañana escuche la historia de un joven
que era la imagen de lo que es ser “cool.” Por ello era odiado por todos los otros jóvenes. Un día uno
de ellos buscó pelear con “cool” pero recibió una paliza. Lo tuvieron que
ayudar y le pusieron bolsas de hielo en sus ojos. Aún así, cuando vio a “cool”
le dijo: “vas a tener que pelear conmigo cada día hasta que te gane.” Eso es no
darse por vencido. Hebreos 10:38 dice que nosotros no somos de los que
retroceden sino de los que tienen fe para la preservación del alma. ¿Estas perseverando como Jacob hasta
recibir la bendición de Dios?
No comments:
Post a Comment