Al saber de la desgracia de Job, sus amigos
fueron a verlo. Sin embargo, su visita fue para acusarle de que su condición
era el resultado de su injustita. Job argumenta largamente con ellos acerca de
su inocencia y llega decir: “Ah, si Dios me concediera lo que pido! ¡Si Dios me
otorgara lo que anhelo! ¡Ah, si Dios se decidiera a destrozarme por completo, a
descargar su mano sobre mi, y aniquilarme! Aun así me quedaría este consuelo,
esta alegría en medio de mi implacable dolor; ¡el no haber negado las palabras
del Dios Santo!” ¿Cómo reaccionamos cuando sentimos que alguien nos ataca o culpa
injustamente? Job despliega una integridad impresionante, aún en medio de su
gran dolor y de saber que Dios lo estaba permitiendo, Job nunca reniega y niega la Palabra de Dios. Tuve una
conversación unos meses atrás con una persona que había ido a la iglesia por
algún tiempo y después se desapareció. Cuando lo encontré, le dije que lo que
extrañábamos en la iglesia por lo que mostró gran molestia y dijo: “si Dios me
hace un milagro entonces, yo soy el primero en ir a la iglesia.” Después me
enteré que había pasado por algunas situaciones difíciles y culpaba a Dios por
ello. ¿Cómo reaccionaríamos ante una prueba como la que sufrió Job? ¿Negarías
la Palabra de Dios?
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