Job 1 – 5
El libro de Job relata la vida de un hombre
al que Dios considera justo. A Satanás, llamado hijo de Dios, Dios le permite
quitar a Job todas sus posesiones, ovejas, vacas, camellos, siervos y aún sus
hijos. El objetivo de Satanás era que Job blasfemara a Dios. Sin embargo Job
dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor
ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor! “ (1:21). Como el
plan de Satanás falló, Dios le permitió
a que tocara el cuerpo de Job y le causara una sarna maligna. En una condición
terrible físicamente, es incitado a blasfemar por su propia esposa; “¿Todavía
mantienes firme tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete! Job le respondió:
-Mujer, hablas como una necia. Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabremos
también recibir lo malo? A pesar de todo esto Job no pecó ni de palabra.
¿Cómo reaccionas cuando pierdes todo; tus
planes son frustrados? Alguna ves te has preguntado si Dios tiene un propósito
en ellos. Job nos enseña a así como recibimos de Dios lo bueno, también podemos
aprender a recibir lo que nosotros consideramos como malo. Dios tiene un propósito
en todo.
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