Job pasó por una prueba casi insoportable;
personalmente creo que la pudo suportar porque desde el principio confesó y
declaro: “En todo esto no pecó Job ni atribuyó a Dios despropósito alguno.” En
otras palabras, Job sabía que Dios tenía un propósito, aunque no entendía el
por qué. Hay veces que nosotros hemos pasado, estamos pasando o pasaremos por
pruebas y lo que a como salimos de la prueba es también cómo entramos en ella. ¿Estamos
seguros de que Dios tiene un propósito para todas nuestras pruebas? La Biblia
dice que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien (Ro. 8:28).
En medio de su prueba, Job recuerda el tiempo en que todo en su vida estaba
bien y decía que Dios era quien lo llenaba de bendición:
“ ¡Cómo
añoro los meses que se han ido, los días en que Dios me cuidaba! Su lámpara
alumbraba sobre mi cabeza, y por su luz podía andar entre tinieblas. ¡Que días
aquellos, cuando yo estaba en mi apogeo y Dios bendecía mi casa con su íntima
amistad. Cuando estaba conmigo el Todopoderosos, y mis hijos me rodeaban…”
Pensar en la fidelidad de Dios en el pasado
nos puede ayudar a atravesar las circunstancias del presente. ¿Recuerdas cómo Dios ha sido fiel?
Mantente declarando su fidelidad. El es el mismo, hoy, ayer y por los siglos.
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