Thursday, August 30, 2012

Contra su Palabra me Rebelé


En la Palabra
Lectura: Lamentaciones 1-2

Jeremías comienza a describir la terrible condición en que se encuentra Jerusalén después de su caída ante Babilonia. Las cosas que ve Jeremías son terribles. La tristeza en las personas, el sufrimiento y todo lo que describe es de lamentarse. Las calzadas son de luto, le gente gime, los opresores de Jerusalén se burlan.  Jeremías mismo dice que se le llenan lo ojos de lagrimas porque se alejó su consolador que le daba reposo a su alma. “Mis ojos desfallecieron de lágrimas, se conmovieron mis entrañas…cuando desfallecía el niño…decían a sus madres: ¿dónde está el trigo y el vino?”  (2:11-12) Los profetas en lugar de hablar la Palabra de Dios profetizaron mentira y el pueblo siguió en su pecado.

En la Práctica
¿Por que se lamenta Jeremías? Porque muchas veces advirtió al pueblo con la Palabra de Dios, pero la gente prefirió escuchar a los profetas mentirosos que hablaban los engaños de su corazón ahora una gran destrucción cayó sobre el pueblo. No me imagino cómo se sentía Jeremías cuando escuchaba a los niños pidiendo a sus  madres de comer y no había.  En el verso 1:18 Jeremías dice: “Jehová es justo; yo contra su palabra me rebelé. Oid ahora pueblos todos, y ved mi dolor.” He escuchado un dicho que dice “nadie experimenta en cabeza ajena.” Jeremías nos invita a ver la tragedia de Judá, que se rebeló contra la Palabra de Dios, no la obedeció y las consecuencias vinieron sobre de ellos. Necesitamos estar atentos a la Palabra de Dios para cumplirla y no ser como Sedequías. Recuerdas que pidió que Jeremías preguntara a Dios lo que debía hacer y cuando Jeremías se lo dijo, no obedeció. Esaú despreció su primogenitura, y después lloró amargamente por ella. No despreciemos la Palabra de Dios, no dejemos de aprovechar las bendiciones que tenemos ahora al vivir de acuerdo a su Palabra, en obediencia a El.

En Oración
Señor, necesito de tu sabiduría para andar en tu Palabra y vivir de acuerdo a ella. Lléname de ti, por Jesucristo; así sea.

Wednesday, August 29, 2012

La Fidelidad de Dios


En la Palabra
Lectura: Jeremías 51-52

En medio del juicio de Dios sobre Babilonia, el cual se describe como algo terrible, el Señor declara que Israel (reino del Norte) y de Judá (reino del Sur) no han quedado viudas, aunque su tierra fue llena de pecado. Ahora el Señor se levanta para hacer juicio contra Babilonia y le dice a su pueblo que debe salir de ella para no ser destruido. De Jacob (Israel) el Señor dice que son como martillos en su mano y arma de guerra y por medio de ellos quebrantará naciones y reinos. El último capítulo de Jeremías describe la caída de Jerusalén, cómo Sedequías se rebeló contra Nabucodonosor y trajo un sito sobre la ciudad que duró alrededor de dos años hasta que hubo una gran hambre. El rey los príncipes quisieron escapar abriendo una brecha en el muro pero fueron alcanzados por el ejército babilonio. Los hijos de Sedequías fueron degollados mientas Sedequías lo veía y después le sacaron lo ojos y lo llevaron en cadenas a Babilonia. Esta fue la destrucción final de Jerusalén, sus muros, el templo y la ciudad fueron destruidos y quemados.

En la Práctica
Este pasaje nos puede hablar en dos formas; la primera nos habla de la fidelidad de Dios aún cuando nosotros somos infieles. Gracias a Dios que El no es como nosotros, Isaías dice que nuestros pensamientos no son sus pensamientos y nuestros caminos no son sus caminos, porque así como está más alto el cielo de la tierra así son los pensamientos de Dio, más altos que los nuestros (Is.55:8-9). El apóstol Pablo dice “si nosotros fuéremos infieles, el permanece fiel, El no puede negarse a sí mismo.” Dios es soberano y en su soberanía cumplirá su propósito en nuestras vidas. Así como tenía el propósito de que Israel poseyera la tierra prometida, aunque le costó 40 años en lugar de 11 días y pelear batallas en fe (Dt. 1:2). Así Dios cumplirá su propósito en nuestra vida, pero cuánto tiempo se tardará; depende de nuestra fe y obediencia. ¿De qué te habla lo que sucedió con Sedequías? Jeremías muchas veces le habló la Palabra de Dios y le dijo que se rindiera al rey de Babilonia y no luchara contra él, sin embargo el rey hizo su propia voluntad y no se arrepintió. El resultado, sufrimiento, ceguera, prisión y muerte. Cuando un hijo de Dios hace su propia voluntad y no se arrepiente, creo que puede esperar lo mismo.
La segunda enseñanza es que en la fidelidad de Dios, él promete que en sus manos, Israel vencerá a todas las naciones. ¡Que Palabra más maravillosa de confianza y victoria! ¿Estas en la mano del Señor? El te puede usar para grandes cosas

En Oración
Gracias por tus promesas y tu fidelidad maravillosa. Como dijo Isaías; “heme aquí, envíame a mi.” Por Jesucristo, mi Señor, amén.

Tuesday, August 28, 2012

El Engaño del Corazón

En la Palabra
Lectura: Jeremías 49 -50

Estos dos capítulos relatan el juicio que el Señor trae sobre las naciones. Amón llegaría a ser un montón de ruinas porque pensó que nadie podía contra ella; era una nación arrogante. Edom, el Señor dice destruiré a Esaú (Edom) y descubriré sus escondites. De Edom dice que su arrogancia y la soberbia de su corazón lo engañó. Sería derribado de su soberbia. De Damasco dice que desmayó, sus hombres de guerra y sus jóvenes morirían en las plazas. También las ciudades de Cedar y Hazor a quien Nabucodonosor asoló nadie volvería habitar en ellas. Elam a quien el Señor quebraría su arco y los esparciría a los cuatro vientos y en los últimos días el Señor los volvería a reunir.  También Babilonia sería destruida por todo el mal que hizo sobre los pueblos y no habitaría más hombres en ella.

En la Práctica
El Señor es Dios justo y Santo, no solo trae juicio sino misericordia. La misericordia de Dios hace que anuncie a las personas lo que va a hacer si no se arrepienten. Eso fue lo que hizo a través de los profetas. Uno de los grandes ejemplos de la misericordia de Dios lo vemos en la ciudad de Nínive, quienes eran unos crueles. Dios envió al profeta Jonás a anunciar la destrucción de la ciudad, pero el rey se arrepintió y mandó a todo el pueblo hacer lo mismo. Dios los perdonó y no los destruyó. Sin embargo llega el momento en que la rebelión del hombre llega al límite y Dios en su amor y justicia tiene que ejecutar el juicio. El juicio que el Señor hace contra estas naciones deja establecido que es su arrogancia, soberbia y crueldad. Lo tremendo de eso es que a Esaú le dice que su corazón lo engañó. No permitas que tu corazón te engañe y te haga “sentir” que estas bien. El apóstol Juan dice que si tu corazón no te reprende, mayor que tu corazón es Dios; y él sabe todas las cosas. Si Dios te habla y te muestra algún pecado en tu vida, arrepiéntete porque si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

En Oración
Señor, gracias por tu perdón y gracias por tu Palabra que es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos. Gracias por hablar a mi alma y por revelar el engaño del corazón. Por Jesucristo, amén.

La Disciplina del Señor


En la Palabra
Lectura: Jeremías 46 - 48

El Señor pronuncia por medio de Jeremías juicio contra Egipto el cual sería conquistado por Nabucodonosor, rey de Babilonia. Pero a Judá el Señor le hace una promesa diciendo: “Y tú no temas, siervo mío, Jacob, ni desmayes, Israel; porque he aquí yo te salvaré de lejos ya tu descendencia de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará y será prosperado y no habrá quien lo aterrorice” (46:27). También el Señor pronuncia juicio contra los filisteos y contra Moab y en medio de este juicio, Jeremías pronuncia unas palabras duras de escuchar y dice: “Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová…” (48:10).

En la Práctica
La pregunta que me viene a la mente de por qué Dios juzga a Egipto, Filistea (Ascalon) y Moab. Creo que estas tres naciones o pueblos fueron enemigos de Israel y aunque Dios está juzgando a Judá por su idolatría y desobediencia al Señor, no va a dejar sin castigo a aquellas naciones que agredieron a su pueblo. Judá estaba también llevando el castigo del Señor pero le dijo que no lo destruiría, sino que lo estaba castigando con justicia. Podemos aprender mucho acerca de la disciplina y el castigo del Señor; para aquellos de nosotros que somos padres, a veces tenemos que disciplinar a nuestros hijos y la Biblia inclusive habla de azotarlos. Para nosotros se nos hacen palabras fuertes y tal vez salvajes, pero hemos venido hablando de que debemos confiar en la Palabra de Dios. La disciplina no se aplica indiscriminadamente ni porque estoy enojado. Nunca castigues a tus hijos porque estas enojado. El objetivo de la disciplina es la corrección, en toda llamada de atención debemos verificar que estamos corrigiendo a nuestros hijos, si ellos no corrigen el comportamiento, entonces viene la disciplina. La disciplina se aplica con amor explicando el porque se aplica. Si se deja sin disciplina estamos enseñando a nuestros hijos a que no respete la autoridad y que haga lo que le venga en gana, finalmente no hay consecuencias. Hay padres que se la pasan amenazando a sus hijos, pero nunca disciplinan ni corrigen. Seamos amorosos con nuestros hijos y firmes. “El Señor al que ama disciplina y azota a todo aquel que recibe por hijo.” (Hebreos 12:6) Como padres tenemos una responsabilidad muy grande de instruir a nuestros hijos en los caminos del Señor y el verso 48:10 dice “maldito el que hace la obra de Jehová indolentemente.” Si eres padre, cumple tu responsabilidad de criar a tus hijos en la disciplina y amonestación del Señor. Y como hijos de Dios, vivamos en disciplina y obediencia, haciendo la obra del Señor responsablemente.

En Oración
Señor tu Palabra dice que si me hace falta sabiduría la pida a ti. Señor te pido sabiduría para aplicar tus principios a mi vida. Te lo pido por Jesucristo, amén

Monday, August 27, 2012

En Desobediencia a la Palabra de Dios


En la Palabra
Lectura: Jeremías 41 – 45

Después que Ismael asesinó a Gedalías, el gobernador puesto por los Babilonios, amenazó a los habitantes de Mizpa y a todos lo que se habían refugiado en esa ciudad. Cuando escucharon los príncipes y la gente de guerra que estaban con Johanán fueron a pelear contra Ismael, el pueblo de Mizpa al verlos se alegraron y tomaron valor para rebelarse contra Ismael quien huyó a con a refugiarse con los sirios. Así Johanán libero al remanente que había quedado en Mizpa. Johanán pidió consejo de Jehová al profeta Jeremías y jurando que lo que dijera Jehová lo obedecería. El Señor contestó mandando que se quedaran en Mizpa y que no buscaran refugiarse en Egipto; y les dijo: “No temáis de la presencia del rey de Babilonia, del cual tenéis temor no temáis de su presencia, ha dicho Jehová, porque con vosotros estoy para salvarlos y librarlos de su mano.” (42:11)  Si decidían irse, de cualquier modo los babilonios los encontrarían allá y morirían. Johanán y el pueblo no obedecieron la Palabra de Dios y acusaron a Jeremías de que el conspiraba para que no fueran a refugiarse a Egipto. Ya en Egipto, el Señor mandó a Jeremías profetizar que el rey de Babilonio pondría su trono en Tafnes (ciudad de Egipto) donde estaban refugiados. Una de las acusaciones que Jeremías hace al pueblo es que habían quemado incienso a la reina del cielo (44:25-26).

En la Práctica
Este pasaje revela lo que hay en el corazón del ser humano; por una parte dice creer en Dios y aún pide consejo, pero cuando Dios revela su Palabra; el ser humano no está dispuesto a obedecer porque no lo cree.
He encontrado muchas veces a personas que me dicen que creen en Dios y que “rezan” todos los días, sin embargo viven de una manera que muestran que están en contra de lo establecido con Dios. Cuando son confrontados con la Palabra de Dios, con lo que Dios dice, no quieren someterse a ella, quieren seguir viviendo sus vidas a su modo. La frase que mucho he escuchado es “yo creo en Dios a mi manera.” Ese dios, no es el Dios de la Biblia, no es el Padre de Jesucristo.
También sucede esto en el corazón de los cristianos; el Señor dice: “no te unas en yugo desigual con los incrédulos” pero sin embargo vemos que hombres y mujeres (jóvenes y adultos) se juntan en matrimonio o en noviazgo con incrédulos. ¿Qué puede esperar a un cristiano cuando desobedece la Palabra de Dios voluntariamente?
El Señor les da una promesa de protección, de darles gracia delante del rey de Babilonia, pero el pueblo teme. El temor nos hace desconfiar de las promesas de Dios y actuar en incredulidad. Tengamos cuidado y estemos atentos a la Palabra de Dios para creerla y actuar en base a ella. Así podremos comprobar la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios para nosotros.

En Oración
Señor confieso que hay veces que no llego a confiar plenamente en tu Palabra y actúo en base a mis temores y mi voluntad. Quiero ser sabio y actuar en base a tus promesas. Gracias porque prometes estar con nosotros y darnos gracia ante nuestros enemigos. Te pido esto en el Nombre de Jesús, amén.

Sunday, August 26, 2012

Mas el Justo por la Fe Vivirá


En la Palabra
Lectura: Habacuc 1 – 3

El profeta Habacuc, al ver la maldad, la violencia y la corrupción del pueblo de Judá, le pregunta al Señor si no va a hacer justicia. El Señor le contesta que levantará a los babilonios quienes ejecutarán su sentencia contra Judá. Habacuc ahora razona y dice: “pero Señor, si tu eres Santo y tus ojos no pueden ver maldad; ¿cómo es que vas a levantar un pueblo cruel, impío, e idolatra contra tu propio pueblo? Sin embargo, aunque Habacuc no entiende cómo Dios está tratando con el problema de la maldad y la injusticia; en el 2:1 dice “voy a estar pendiente a su respuesta, la voy a esperar, estaré alerta.” Dios le dice a Habacuc que escriba el mensaje que le va a dar y lo deje como una señal para que todos la vean, porque es algo que se va a cumplir. En esa visión advierte a los ricos por su robo (2:6-8), los avaros (2:9-11); los violentos y asesinos (2:12-14); los borrachos (2:15-17);los que adoran imágenes (2:18-19); pero también da tres promesas; el justo vivirá por fe, la tierra será llena de la gloria del Señor, y asegura que Jehová está en control (2:20). El pequeño libro de Habacuc termina con  una oración maravillosa de adoración y confianza en el Señor.

En la Palabra
Habacuc es la historia de un hombre tratando de entender el porqué de los problemas y las aflicciones. Era un hombre de Dios, un profeta que veía las injusticias, el sufrimiento, las angustias que el pueblo de Judá y que él mismo sufrían. Hay muchas situaciones en la vida que no logramos entender; nos preguntamos por qué hay miles de niños inocentes muriendo de hambre en África, preguntamos por qué llegamos a sufrir enfermedades o situaciones difíciles en nuestras vida. Habacuc, llevó sus preguntas a Dios y esperó la respuesta en Dios y Dios le mostró una visión. Dios le dijo aunque tardare, espérala; el justo vivirá por fe. He conocido mucha gente, aun creyentes, que confunden la fe con anhelos y deseos personales. La fe bíblica está fundada en la Palabra de Dios. Una vez que Habacuc recibió la visión de lo que Dios iba a hacer, el podía confiar en ello por eso en el último capítulo, es esa oración maravillosa puede decir:
17 Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
18 Con todo, yo me alegraré en Jehová,
Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
19 Jehová el Señor es mi fortaleza,
El cual hace mis pies como de ciervas,
Y en mis alturas me hace andar.

En la Biblia está el fundamento de nuestra fe, no es una fe ciega sino una fe firmemente establecida en la Palabra de Dios. Si Dios lo dice, puedes confiar plenamente en ello.

En Oración
Gracias Señor por tus promesas, porque todas ellas son fieles y verdaderas. Gracias porque me animas a seguir confiando porque tu Palabra se cumplirá. Bendito seas en el nombre de Jesús, amén.

Saturday, August 25, 2012

El día que Viviría en Infamia


En la Palabra
Lectura: 2 Reyes 24-25; 2 Crónicas 36

Estos pasajes del libro de los Reyes y Crónicas describen los reinados de Joacim (Eliaquim), Joaquin, Sedequías (Matanías hermano de Joacim). Todos estos reyes hicieron lo malo delante de Jehová. El escritor del libro de los Reyes describe cómo Babilonia tomó Jerusalén, llevó cautivo a Joaquín y dejó en su lugar a Sedequías. Sedequías ser rebeló contra el rey de Babilonia lo que causó una incursión mas de Nabucodonosor sobre Jerusalén, esta vez entró y destruyó todo, el muro, el Templo, y llevó cautivo a Sedequías degolló a sus hijos delante de él y luego le sacó los ojos y fue llevado en cadenas a Babilonia. “En el mes quinto, a los siete días del mes, siendo el año diecinueve de Nabucodonosor…quemó la casa de Jehová, y la cas del rey, y todas las casas de Jerusalén; y todas las asas de los príncipes…” (2 Reyes 25:8-9). Nabucodonosor puso a Gedalías como gobernador pero lo asesinaron.

En la Práctica
En este pasaje hay un verso que me llamó la atención. El escritor de Reyes registra la fecha en que Jerusalén fue destruida por el ejército de Babilonia; “mes quinto, a los siete días del mes de año diecinueve de Nabucodonosor…” ¡Qué día tan triste debió ser para el pueblo de Dios! Como el 7 de Diciembre de 1941 cuando Pearl Harbor fue atacado, el presidente Roosvelt declaró que sería “el día que vivirá en infamia.” Así como los Estados Unidos tienen un día que quedó registrado como el día de la infamia; así Israel tiene su día de infamia. Creo que en el llamado que Dios hace a cada uno de nosotros, se presentará el día (si no se ha presentado ya) en que vendrá un ataque para hacer caer las murallas y quemar el templo; me refiero a un ataque frontal del enemigo que querrá quitar las defensas de tu vida y destruir tu vida espiritual. Creo que ese día para mi fue en un día de primavera cuando mis “amigos” me invitaron para irme de viaje con ellos; en aquel entonces había hecho un compromiso con mi iglesia de salir a hacer labor evangelística con motivo de Semana Santa. ¿Qué debía hacer? ¿debía irme con mis amigos o quedarme para ir a evangelizar? Decidí quedarme para cumplir el compromiso que había hecho. Fue un tiempo de gran bendición, tuve la oportunidad de predicar por primera vez y 19 personas aceptaron a Cristo. Dios confirmó el llamado que había sentido desde el día en que me entregué a El. ¿Qué hubiera pasado si me hubiera ido? Tal vez sería el día que viviría en infamia, cuando perdí la oportunidad del llamado en mi vida. ¿Ha habido un día de infamia en tu vida? En el libro de Apocalipsis el Señor Jesús le recomienda a la iglesia de Efeso y le dice: “recuerda pues de dónde has caído y arrepiéntete…” Es hora de regresar el candelero, la luz del gozo de Dios a tu vida…

En Oración
Gracias Señor por tus promesas de guardarnos de todo mal. Gracias porque tu eres el que produces en nosotros tanto el querer como el hacer por tu buena voluntad. Tu mereces todo el honor, por Jesucristo, amén.

Friday, August 24, 2012

Cobardía o Convicción

En la Palabra
Lectura: Jeremías 38-40, Salmo 74,79

El rey Sedequías manda llamar en secreto a Jeremías y le asegura que no lo matará por hablarle el mensaje del Señor. Jeremías le confirma que Dios entregará a Jerusalén en a los Babilonios. Los príncipes de Judá mandaron arrestar a Jeremías porque hablaba en contra de la ciudad y hacía que el corazón de los hombres de guerra desfalleciera. Por ello, lo pusieron en un pozo pero un etiope eunuco siervo del palacio lo sacó y quedo preso en el patio de la cárcel hasta que Jerusalén calló. Cuando finalmente el ejército de Babilonia entra a la ciudad de Jerusalén, el rey Sedequías y los príncipes tratan de huir pero los babilonios los alcanzan y matan a los hijos de Sedequías y a este le sacaron lo ojos. Nabuzadrán, el capitán del ejercito de Babilonia dio tierras a los pobres y a Jeremías le dio libertad. Algunos judíos se fueron a Mizpa con Gedalías quien fue puesto como gobernador por los babilonios, entre ellos Jeremías.

En la Práctica
En este pasaje podemos ver la reacción de los príncipes de Judá ante el mensaje de Jeremías que afirmaba la caída de Jerusalén los cuales lo quisieron matar y lo echaron en un pozo seco. ¿Qué esperaban estos príncipes, que Dios los rescatara? Ciertamente tenían el antecedente de que el Señor libró a Jerusalén milagrosamente cuando la amenaza de los Asirios alrededor de 100 años antes, en aquel entonces Isaías profetizó la liberación milagrosa que el Señor traería. Los falsos profetas durante el tiempo de Jeremías hablaban un mensaje falso de libertad. Generalmente preferimos escuchar mensajes de prosperidad, mensajes positivos que nos hagan sentir bien y naturalmente resistimos a los mensajes que acusan nuestra conciencia, que llaman al arrepentimiento y a un compromiso de santidad. Es tiempo de escuchar la Palabra de Dios, de pedir a Dios que hable a nuestro corazón y buscarle a él.
También llama la atención que Sedequías llama en secreto a Jeremías y por temor a los príncipes no obedece la Palabra de Dios. Nicodemo fue a buscar a Jesús de noche para que los fariseos no lo vieran. Herodes mandó llamar a Juan el Bautista pero por temor a los invitados a su fiesta cedió a la petición de su esposa de matar a Juan el Bautista por acusarla de adúltera. Pilato reconoció que Jesús no tenía nada de que condenarle pero por quedar bien con el pueblo cedió a la presión del pueblo y entregó a Jesús a muerte. ¿Qué se puede decir de nuestras convicciones espirituales? ¿Estamos dispuestos a actuar de acuerdo a nuestras convicciones y obedecer a Dios o nos da temor glorificar a Dios por la crítica del mundo?

En Oración
Padre, tu eres bueno y tu misericordia es para siempre. Gracias por tu Palabra que es viva y eficaz, que tu Palabra haga una huella profunda en mi corazón y que pueda ser guiada por ella. Bendice tu Palabra en mi vida, por Jesucristo, amén.

Thursday, August 23, 2012

La Palabra Revelada de Dios y la "Profecia"


En la Palabra
Lectura: Jeremías 35-37

Dios envió a Jeremías con los recabitas a quienes los invitó a tomar vino, sin embargo estos hombres se negaron y dijeron que nunca habían tomado vino ni construido casas ni plantado viñas porque Jonadab les había ordenado de parte de Dios que no lo hicieran. A través de esta respuesta, Dios enseñó una lección de obediencia al pueblo de Judá de Israel y le prometió a los recabitas que nunca faltaría un varón de sus descendientes sirviendo en la presencia del Señor.
El Señor puso a Jeremías a dictar un mensaje a Baruc el cual lo escribió en un rollo y al terminar lo llevaron a leer con los príncipes de Judá. Cuando estos escucharon las palabras del libro le pidieron a Baruc y a Jeremías que se escondieran mientras ellos lo leían al rey Joacim quien lo quemó. Dios le pidió a Jeremías que volviera a escribir todas las palabras que le había dado porque aunque el rey lo había destruido, el juicio de Dios vendría por medio de los babilonios vendría sobre Jerusalén. El ejercito de Babilonia escuchó que el Faraón salía contra ellos y se apartaron de Jerusalén. Jeremías quiso salir de Jerusalén  y lo acusaron de querer huir y lo apresaron. El rey lo consultó en la prisión y Jeremías le dio Palabra de que Babilonia tomaría Jerusalén. El rey mandó que se diera alimento a Jeremías mientras estuvo en prisión.

En la Práctica
¿Qué harías si el profeta te dijera que bebas vino como en esta caso Jeremías le dijo a los recabitas que lo hicieran? Cualquiera podría decir “es el profeta el que me lo dice;” sin embargo estos hombres no hicieron caso a Jeremías porque ellos tenían un mandamiento de parte de Dios que no tomaran vino, edificaran casa o plantaras viñas, lo cual habían obedecido. He conocido personas que un “profeta” les profetiza y ellos comienzan a vivir de acuerdo a la profecía; me preguntó; ¿qué Dios no habla en su Palabra? Si leemos acerca de los dones espirituales en 1 Corintios 14:3, el don de profecía no es para dar dirección, sino para edificar, consolar y exhortar. Por ello los cristianos estamos tan confundidos; Dios te quiere hablar a ti cuando estas con El en su secreto; en todo caso, el Señor puede confirmar su Palabra por medio de algún hermano que hable su Palabra. Un día en un campamento un joven se acercó a una señorita y le dijo: “Dios me dijo que te vas a casar con migo” a lo cual ella le contestó: “a mi no me ha dicho nada.” ¿Recuerdas aquel profeta en el tiempo Dios lo envió a amonestar a Jeroboam y le dijo que no se detuviera ni comiera y en el camino le salió otro profeta que le dijo que Dios le había dicho que le dijera que se detuviera a comer y por no consultar a Dios, desobedeció la instrucción que el recibió y por ello murió? (1 Reyes 13:17-24). Tenemos el mandato de Dios de juzgar las palabras que hablan los profetas. La obediencia a la Palabra es en lo que Dios se agrada.

Aclaración: No estoy en contra de la profecía sino a favor del orden Bíblico y  las instrucciones claras de Dios para nosotros.

En Oración
Gracias Señor que nos amas tanto que has enviado a tu Hijo Jesús para Salvarnos y nos has dado tu Palabra para guiarnos. Danos discernimiento espiritual para obedecer y juzgar toda palabra de acuerdo a tu Revelación. Por Jesucristo, Amén.

Wednesday, August 22, 2012

Enseñanza Teológica del Pacto


En la Palabra
Lectura: Jeremías 32-34

Estando en la cárcel por orden de Sedequías por anunciar la caída de Jerusalén, con el ejército de Babilonia sitiando la ciudad, el primo de Jeremías, Hanameel para venderle su heredad. Dios le dijo a Jeremías que la comprara y así lo hizo sellando un rollo (titulo de propiedad) delante de testigos y se la dio a Baruc para que la guardara en una vasija para que se conservara por mucho tiempo.  El anuncio una vez mas del Señor es que va a destruir la ciudad por mano de los babilonios. Mientras Jeremías seguía en la cárcel, el Señor le dijo: “clama a mi y yo te responderé y te enseñare cosas que tu conoces” (33:3). Entonces el Señor le mostró que aunque la ciudad sería destruida, El volvería a su pueblo de regreso a Jerusalén y las casas y propiedades se volverían a comprar y vender, Dios traería sanidad y paz, además Dios limpiaría el pecado de su pueblo y aún as naciones temblarían de ver el bien que Dios les daría a su pueblo. El Señor profetiza que un descendiente de David vendría para hacer juicio y justicia para salvar. A Sedequías le profetiza que no moriría en la invasión pero que sería llevado cautivo a Babilonia y moriría en paz. El Señor condena a los que rompieron el pacto de librar a los esclavos hebreos, ellos serían entregados en manos de enemigo, por haber pasado por en medio de las partes del becerro (esta era la forma de hacer pacto) y después quebrantar el pacto.

En la Palabra
Este pasaje contiene grandes enseñanzas teológicas y prácticas. Me imagino que después que Jeremías compró la propiedad de su primo en obediencia al Señor, mientras estaba en la cárcel se preguntaba que sería de esa propiedad después de la invasión. El Señor le dice: “clama a mi y yo te responderé…” Esta es una palabra maravillosa del Señor para nosotros. Cuando estemos en duda de alguna situación que no entendamos, cuando nos preguntemos acerca de circunstancias por las que estamos atravesando; el Señor dice: “clama a mi y yo te responderé…” ¿Cómo enfrentas tus problemas; en base a tu sabiduría o clamando al Señor para que el te responda y te muestre su voluntad? Dios le reveló a Jeremías que las casas y propiedades se volverían a vender, que habría un tiempo de paz verdadera. ¿Estas atravesando por circunstancias difíciles? Clama a Dios, el te dará fortaleza y esperanza mostrándote aquello que tu no conoces.
Otra enseñanza teológica que aprendemos en este pasaje es la forma de hacer los pactos. En Gen.15 Dios hace un pacto con Abraham y le hace partir animales por la mitad y poner cada mitad frente a la otra; luego una antorcha humeando pasó entre las partes; este era Dios haciendo un pacto con Abraham. Los hombres que habla el capítulo 34 hicieron un pacto pasando entre las partes del becerro. Se dice que mientras hacían el pacto iban diciendo “que Dios me haga lo mismo que a estos animales si no cumplo mi parte del pacto.” Cuando murió Jesucristo, el velo del Templo se rasgo en dos de arriba abajo, el libro de Hebreos dice que el Señor abrió un camino nuevo y vivo a su presencia. Si has entrado en el Nuevo Pacto por la Sangre de Jesucristo, has pasado por entre las partes del sacrificio de Jesucristo, representando por las dos partes del velo del Templo. Es un pacto serio que debemos cumplir. No es que debemos cumplir para salvarnos, somos salvos únicamente por gracia, pero porque somos hechura suya y nos salvó para buenas obras.

En Oración
Gracias Señor por lo que has hecho para salvarme y porque he entrado en un Pacto contigo. Ayúdame a ser sabio para andar en tus caminos cumpliendo tu voluntad. Por Jesucristo, amén.

El Nuevo Pacto


En la Palabra
Lectura: Jeremías 30-31

En estos dos capítulos el Señor profetiza que después del cautiverio él los regresará a su tierra y los hará servir a Dios. En ese tiempo que llama el tiempo de angustia para Jacob es cuando finalmente servirán a Jehová y a David. Las promesas de Dios para Judá son maravillosas: “yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí pero a ti no te destruiré sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo…mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas” (30:11, 17). El Señor también habla de un tiempo e que reunirá todos los esparcidos de todo el pueblo incluyendo a Efraín (Israel, el reino del norte).
Finalmente el Señor hace la promesa de un nuevo pacto que no sería quebrantado porque pondría su ley en el corazón y la escribiría en la mente. ¡Que día glorioso!

En la Práctica
A veces es difícil identificar a que periodo de la historia de Israel se está refiriendo alguna profecía. Las profecías a veces tienen un cumplimiento inmediato pero también un cumplimiento a distancia. Esta profecía puede ser de cumplimiento cercano (después de los 70 años de cautiverio donde el pueblo regresó a Jerusalén y reedificaron el templo bajo el mando de Zorobabel y las murallas bajo el liderazgo de Nehemías). Sin embargo está profecía habla del tiempo de angustia de Jacob, donde todo el pueblo sería reunido para adorar a Dios y a David. Obviamente después del cautiverio en Babilonia no sirvieron a Dios y al Mesías (hijo de David), por ello fueron conquistados por los Griegos y los Romanos hasta que el pueblo de Israel rechazó al Mesías y lo crucificaron (año 33). Finalmente el Templo fue destruido (año 70), tal como lo dijo el Señor Jesús, y nunca mas ha sido reconstruido.  Jeremías habla del tiempo de angustia de Jacob, es decir, de la Gran Tribulación donde el Señor traerá a si mismo al pueblo judío para servirle a El y a David (Jesús), y aunque será librado de las naciones, será castigado por el Señor.
Una de las promesas más maravillosa que da el Señor es: a través de un Nuevo Pacto (en la sangre de Jesús), el Señor pondría sus leyes en nuestro corazón y en nuestra mente, no en tablas de piedra. Esto es lo que hace el Espíritu Santo en nuestra vida, una regeneración completa para que podamos servir, adorar y vivir para Dios. ¿Has entrado en este pacto?

En Oración
Gracias Señor por tus promesas que son fieles. Ahora puedo experimentar el Nuevo Pacto y gozar de tus promesas. Bendito seas, en el Nombre de Jesús, amén.

Tuesday, August 21, 2012

Porque me Buscarán de Corazón


En la Palabra
Lectura Jeremías 26-29

Jeremías habla la Palabra que Dios le da acerca de la destrucción de Jerusalén y el pueblo junto con todos los profetas y los sacerdotes se enojaron con el y lo quisieron matar; solo algunos de los ancianos intercedieron por el poniendo como ejemplo a Miqueas quien profetizó en tiempo de Ezequías sino que se arrepintieron.
Con la señal de un yugo que  el Señor mandó poner en su cuello a Jeremías, Dios les mostró que iba a poner al pueblo y a todas las naciones bajo el yugo de Babilonia y aquellas naciones que no se sometieran, sufrirían de muerte, hambre y pestilencia. Jeremías les dice que no vayan a escuchar a los profetas mentirosos que les dirían que no sufrirían servidumbre. El profeta mentiroso Hananías dijo que Dios traería de regreso de Babilonia los utensilios de la casa de Jehová en dos años y rompió el yugo del cuello de Jeremías y dijo que así rompería Jehová el yugo de Nabucodonosor en dos años. Dios le mandó a Jeremías que hiciera un yugo de hierro porque no se rompería el yugo de Nabucodonosor y le anunció a Hananías que moriría ese mismo año. A los que fueron deportados Jeremías les anunció que debían construir casas en Babilonia y engendrar hijos porque estarían ahí por 70 años, después el Señor los visitaría y despertaría en ellos buena Palabra para hacerlos volver. “Porque yo se los pensamientos que tengo sobre vosotros pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (29:11). Finalmente el pueblo buscaría a Jehová de corazón. Jeremías además denuncia por nombre a los falsos profetas, Acab hijo de Colaías y Sedequías hijo de Maasías a quienes el Señor dicta sentencia contra ellos.

En la Práctica
¡Que difícil es escuchar una Palabra de Dios que está en contra de nuestros anhelos y deseos del corazón! Porque Jeremías hablaba la Palabra de Dios y esta no era de prosperidad sino de reprensión, el pueblo, los sacerdotes y los profetas se molestaban. En los tiempos de Jesús, el Señor anunció el reino de los cielos y reprendió la hipocresía y falsedad de los religiosos y estos se molestaron. En nuestros días la gente se amontona a escuchar profetas que hablan prosperidad pero no denuncian el pecado y no llaman a arrepentimiento. El apóstol Pablo dice que en los últimos tiempos la gene se amontonará a escuchar lo que les hacer cosquilla en los oídos, pero no necesariamente la Palabra de Dios. ¿Por qué el Señor los llevó a Babilonia? ¿Por qué Dios permitió que Jerusalén fuera destruida? Creo que porque el pueblo, los sacerdotes y profetas confiaban mas en el lugar, (Jerusalén y su Templo) que en el Señor. Ellos pensaban que podían vivir idolatrando, buscando riquezas, aprovechándose de la gente, viviendo en adulterios pero que con ir al templo y presentar sus ofrendas todo estaba bien. La cautividad sirvió para purificar al pueblo de Israel, después de Babilonia nunca más volvieron a esculpir ídolos y hacerles altares. ¿Tienes algún ídolo en tu corazón? Tal vez el Señor necesita purificar tu vida, lo mejor es humillarse ante el Señor y buscarle de corazón. No te dejes engañar por los falsos profetas que hablan mentira los deseos de su corazón y no la Palabra de Dios. ¿Cómo puedes saber si están hablando la Palabra? Cuando los escuches, pregúntate, están explicando lo que la Biblia dice o están hablando imaginaciones de su corazón. No es que lean un pasaje y hablen de cualquier otra cosa, es que expliquen lo que ese pasaje quiere decir en su contexto y cómo se aplica a nuestra vida. ¡Que el Señor nos de discernimiento y obediencia! Porque sus planes son de paz y no de mal para nosotros, pero debemos buscarlo de corazón.

En Oración
Gracias por tu Palabra que es verdad. Enséñame y guíame con tu Espíritu Santo y dame discernimiento para no creer la mentira sino buscarte de todo mi corazón, en el nombre de Jesús, amén.

En el Secreto de Dios


En la Palabra
Lectura: Jeremías 23-25

El Señor reprende duramente a los pastores y profetas. De los pastores dice que destruyen, dispersan las ovejas y no cuidaron las ovejas del Señor. Los profetas hablen mentira, aún cuando Jeremías es enviado a preguntarles; “¿habló Jehová contigo?” Ellos decían “así ha dicho Jehová” lo cual era una mentira, por ello dice Jehová que los que hablan diciendo “así me dijo Jehová” y no fuere cierto llevaran una afrenta eterna y perpetua confusión que no será quitada (23:40). Dios anuncia que aquellos que sean deportados a Babilonia serán como higos buenos pero aquellos que se queden en Jerusalén serán como higos malos que se pudren. A los que fueron exiliados a Babilonia el Señor profetiza que servirían por 70 años y después El los visitaría y los regresaría a Jerusalén.

En la Práctica
¡Que gran responsabilidad tenían los pastores y los profetas ante el Señor por la condición del pueblo! En lugar de enseñarlos a conocer al Señor, de guiarlos a la verdad, tanto los pastores como los profetas se aprovechaban de su posición para su provecho. Creo que esto tristemente sigue pasando en nuestros tiempos, hay quienes se dicen pastores o profetas a quien no les interesan las ovejas sino solo la posición, la popularidad y las ganancias que obtienen de hablar mentira. Necesitamos escuchar la Palabra de Dios que dice a los profetas de Judá: 
No envié yo a esos profetas pero ellos corrían; no les hablé mas ellos profetizaban. Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras  a mi pueblo y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras. (23:21-22)
¿Qué tan cerca estás del Señor? ¿Has estado en su secreto?

En Oración
Señor tu Palabra es verdad y es viva y eficaz y mas cortante que espada de dos filos. Gracias que por ella nos instruyes y nos reprendes. Este día me haces un reto y una invitación para estar en tu secreteo y poder así hacer a tu pueblo escuchar tu Palabra.
En el Nombre de Jesús, amén.

Monday, August 20, 2012

El Fuego del Espíritu Santo


En la Palabra
Lectura: Jeremías 18-22

El Señor envía a Jeremías a casa del alfarero donde ve a este forado una vasija que se le deformó en las manos, pero la volvió a formar. Jehová le dijo a Jeremías que el pueblo era como el barro y Jehová es como el alfarero, el los puede volver a formar, sin embargo el pueblo no se arrepiente, al contrario quieren seguir confiando en sus ídolos y yendo detrás de las imaginaciones de su corazón. Por medio de la ilustración de una vasija que Jeremías rompe delante de los ancianos del pueblo, les anuncia que Dios hará lo mismo destruyendo al pueblo.
Los dirigentes de Judá, los sacerdotes y falsos profetas se molestan contra Jeremías y traman matarlo. Por ello Jeremías se deprime y hasta llega a decir que ya no va a hablar la Palabra de Dios, y aún que mejor le hubiera sido no haber nacido. Sin embargo no pudo resistir el fuego de Espíritu y la evidencia de que Dios se levantaba como poderoso gigante contra lo que le perseguían (20:11).
Finalmente llegó el juicio y los babilonios sitiaron la ciudad. El rey mandó consultar a Jeremías quien le dijo que Dios los entregaría en manos de los babilonios.

En la Práctica
Cuántas veces te has sentido desanimado. Generalmente nos llegamos a sentir desanimados cuando no estamos haciendo las cosas correctas y sabemos que por ello no podemos encontrar satisfacción ni gozo en la vida; pero, ¿qué pasa cuando estas haciendo la voluntad de Dios y parece que todo te va mal? Así le sucedió a Jeremías, por anunciar la Palabra de Dios recibió amenazas, fue apresado, abofeteado, etc. Llegó a decir: “no voy a hablar más la Palabra de Dios.” Cuando comenzaba mi vida Cristiana, quería decirle a todos lo que el Señor había hecho en mi vida y sin embargo gané muchos enemigos, aún llegué a sentir que en mi propia casa estaba en contra de mi (mucho de eso me lo gané por falta de sabiduría); pero llegó un momento que me desanimé y aún pensé como Jeremías, “ya no voy a hablar la Palabra.” Pero Dios que es tan misericordioso me llevó a este pasaje de Jeremías 20 y esa Palabra fue tan evidente y poderosa para mi en ese momento que esta constantemente presente en mi mente. “no obstante había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos, traté de sufrirlo y no pude…” ¡Gracias a Dios que ha puesto su Espíritu en nuestro corazón y cuando Dios tiene un propósito en nuestra vida, El lo va a cumplir! Gracias Señor.

En Oración
Gracias Señor por tu Espíritu Santo que has puesto en mi corazón que me fortalece, que me enseña, que me da guarda. Gracias porque tu te levantas como un poderoso Gigante en mi vida y en la de todo el que te teme. Por Jesucristo, amén.

Sunday, August 19, 2012

Tu Palabra me es por Gozo y Alegría en mi Corazón


En la Palabra
Lectura: Jeremías 14-17

Jeremías reconoce su pecado y el pecado del pueblo y le hace una serie de preguntas que dejan perplejo a cualquiera; Jeremías le pregunta a Dios: “ ¿ Por que te has hecho forastero en la tierra, y como caminante que se retira para pasar la noche? … ¿Por qué eres como hombre atónito, y como valiente que no puede librar?” (14:8-9).
El Señor le dice que aunque ayunen, el no escuchará; la razón, porque los profetas dicen “no verán espada, ni habrá hambre…” sin embargo el Señor dice que son profetas mentirosos que el no los mandó y sin embargo hablan visión mentirosa, adivinación, vanidad, engaño en su corazón (14:13-14). Jeremías dice: “fueron halladas tus palabra, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón...” y continúa el Señor diciendo: “Yo te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy para guardarte y para defenderte, dice Jehová” (14:20). Una vez mas el Señor les declara que la invasión será algo terrible porque el pueblo dejó al Señor par seguir las imaginaciones de su corazón y no lo escucharon a El (16:12). El corazón del hombre es perverso y engañoso. En contraste el Señor dice: “Bendita la persona que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová” (17:7).

En la Práctica
Jeremías está lleno de aflicción por la condición de pecado del pueblo, por la mentira de los profetas y porque sabe que vendrá una invasión terrible de los babilonios contra Jerusalén y Dios le declara que es por que han abandonado al Señor y andan de acuerdo a las imaginaciones de su corazón. El Señor declara que el corazón del hombre es perverso y engañoso. Sin embargo estamos viviendo en una cultura y en una sociedad donde los valores se están midiendo por el corazón, es decir, por los sentimientos. Si sientes que hacer algo esta bien, hazlo; y no se considera lo que Dios dice. Aún los “profetas” hablan mentira y no declaran la Palabra de Dios. Me da tristeza ver a tantas personas escuchando a un “profeta” declarando una palabrería tremenda pero no exponiendo un pasaje de la Palabra de Dios. ¿Para que nos dejó Dios su Palabra si no nos vamos a ocupar en estudiarla para saber lo que El dice, no lo que algunos dicen que El dice? Creo que estamos teniendo la cultura que merecemos, porque hemos abandonado la Palabra de Dios. Jeremías se sentía abrumado por todo lo que veía sin embargo el Señor lo consoló con su Palabra, la cual dice Jeremías que el comió y le fue por alegría a su corazón. ¿Estas alimentando tu vida y tu espíritu de la Palabra de Dios? ¿Te estas gozando en ella? Tal vez como a Jeremías, una vez que te fortalezcas en la Palabra de Dios y dejes de confiar en lo que tu sientes, el Señor te pondrá como muro fortificado; pelearán contra ti pero no te vencerán, porque el Señor te guardará, su Palabra te guardará del engaño.

En Oración
Señor, tu Palabra dice que aunque haga ayuno, si no hay arrepentimiento primero, tu no escucharás la oración. Quiero guardar tu Palabra de corazón y deseo encontrar mi deleite en ella. Por Jesucristo, amén.

En quien está tu Confianza


En la Palabra
Lectura: Jeremías 10-13

El Señor manda a Jeremías declarar el juicio que viene contra la ciudad de Jerusalén porque el pueblo se ha alejado del Señor.  Han vuelto sus corazones a los ídolos y aunque una y otra vez Dios los reprende a través de los profetas y de las circunstancias, el pueblo no se arrepiente de corazón, han quebrantado el pacto. El pueblo se ha ido tras de sus corazones. “Este pueblo malo, que no quiere oír mis palabras, que anda en la imaginaciones de su corazones y que va en pos de dioses ajenos para servirles y para postrarse ante ellos…” (12:10). Jeremías habla de la insensatez de confiar en dioses hechos por los artesanos que tienen que ser transportados por ellos, no se pueden mover y no tienen ningún poder. En contraste, el Señor se presenta como el creador que hizo todo con su poder.

En la Práctica
La condición del hombre natural es de seguir su propio corazón y sus imaginaciones. Más adelante en este mismo libro Dios dice que el corazón del hombre es perverso y engañoso más que todas las cosas… sin embargo, el hombre confía en el y valida todo en base a sus sentimientos y no en base a la verdad de la Palabra de Dios. Así como es insensato confiar en ídolos, es también insensato confiar en nuestro corazón. ¿En que podemos confiar entonces? En la Palabra de Dios, la Biblia es la revelación de Dios para nosotros. Jesucristo dijo; “santifícalos en tu verdad, tu Palabra es la verdad…” (Juan 17:3). El ejemplo que pone Jeremías e Isaías y el Salmista de los que confían en ídolos es muy descriptivo, habla del que corta el árbol y después le hace la forma, para terminar vistiendo ese pedazo de madera con púrpura y terminar diciendo que es su Dios. Conocí una mujer de “sociedad” de una ciudad cerca de la ciudad de México que era una de las mujeres influyentes del pueblo; me dijo que un día llegó cuando le habían quitado la ropa a la patrona del pueblo y que solo era un palo de escoba con cabeza; desde entonce, dijo, deje de creer en ella y ahora confío en Jesucristo. ¡Que tremenda revelación! ¿En quien está tu confianza? ¿En tu corazón engañoso o en la Palabra de Dios que es verdad? ¿El algún ídolo que no puede oír ni tiene poder o en Dios que es el Creador del universo?

En Oración
Señor tu eres el Dios creador, todopoderoso que buscas que tus hijos te adoren en espíritu y en verdad. Gracias por ser el único Dios, por Jesucristo, amén.

Friday, August 17, 2012

Preparando el Corazón para la Bendición


En la Palabra
Lectura: Jeremías 4 – 6

Jeremías anuncia el anhelo de Dios de que Judá practicara la justicia y su arrepentimiento fuera de corazón y no solo externo. Dios llama al pueblo a arar el campo y no plantar entre espinos (4:3). Sin embargo, por la falta de arrepentimiento, el Señor anuncia la invasión de Judá por el ejército babilónico. Su pueblo lo ignoró y no lo quiso conocer, no hubo una sola persona que hiciera justicia. No le buscaron aún cuando Dios siempre fue misericordioso y fiel con ellos dándoles la lluvia temprana. y la tardía. Ahora el pecado estorbaba la bendición de Dios para ellos. Los profetas profetizaron mentira y los sacerdotes se dejaban engañar por ellos (5:30). Judá se lamentaría grandemente pero aún así Dios dice por medio de Jeremías “Corrígete, Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te convierta en desierto, en tierra inhabitada” (6:8).

En la Práctica
¿Alguna vez has buscado en la ropa sucia algo que ponerte? Si lo has hecho te habrás dado cuenta que al poco tiempo hueles mal. El Señor llamó al pueblo a un verdadero arrepentimiento, pero el pueblo no se arrepintió de corazón, querían seguir viviendo en rebeldía contra Dios y que el Señor los bendijera. Querían usar la misma ropa sucia. Por ello Jeremías les dice: “Arad campo para vosotros, y no sembréis entre espinos” (4:3). Para poder sembrar un campo, primero hay que limpiarlo y hay que prepararlo arándolo, una vez limpio y preparado, entonces se pone la semilla. Lo que el Señor está diciendo es que la persona que se va a acercar a El, primero tiene que arrepentirse de su pecado, pedir perdón a Dios. En términos del Nuevo Testamento, necesita nacer de nuevo creyendo y confesando públicamente a Jesucristo como su Salvador . Una vez que esto sucede, su corazón esta listo para la siembra, Dios dará la lluvia temprana y la tardía para que esa persona pueda crecer y dar fruto. Recordemos que en una temporada, no todo es perfecto, a veces hay tiempo de sequía, a veces hay lluvia en exceso, a veces hay plagas que destruyen, pero como dice la enseñanza del Señor Jesús en Juan 15 sobre la vid, lo que tenemos que hacer nosotros es permanecer en la vid (Jesucristo) y el labrador de la tierra (el Padre) tendrá cuidado de nosotros.
¿Estás arando tu campo para sembrarlo? ¿Has preparado tu corazón para la bendición?

En Oración
Señor este día quiero preparar mi corazón, reconozco que tengo que desechar cosas que no te agradan en mi vida. Las entrego en el nombre de Jesús. Te agradezco por tu cuidado, así como el labrador cuida del fruto de su viña, así se que cuidas de mi. Por Jesucristo, amén.